El Carro de Santiago.

Las "huellas del Carro de Santiago" son dos surcos en la piedra que corren totalmente paralelos a lo largo de unos 300 metros, pero de forma discontínua, con intervalos de tierra que los ocultan. Está en la Viña Cándido. 

La tradición conchúa atribuía estas marcas a las huellas de un carro en el que supuestamente viajaba el apóstol Santiago. Había también una huella muy parecida a un pie humano, pero la tierra arrastrada por las tormentas debe haberla enterrado.

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