El trabajo con el esparto ha sido una labor muy importante en Cónchar y se matuvo hasta hace pocos años. Más que un trabajo, el esparto fue durante mucho tiempo un modo de vida, todos colaboraban en esta actividad, niños y mayores. Cualquier momento libre se ocupaba en el esparto. Las personas mayores que ya no podían hacer otros trabajos se pasaban el día entero haciendo pleita. Se dedicaba tiempo incluso por las noches, se decía que iban a 'velar'.
Donde ahora está el campo de fútbol antes había muchas albercas para cocer el esparto (se sumergía en el agua varios días).
El destino era básicamente la pleita, una cuerda fina que luego se usaba para construir otros objetos: cestos, rondeles, serones, etc.
La Fábrica, ese edificio grande de la carretera junto al cementerio, se dedicaba a la producción de cordeles a base de esparto. Había mucha gente trabajando allí. Como curiosidad, había unos trabajadores de Cieza (Murcia) que adiestraron al resto del personal en la labor del hilado de cordeles.
Hasta hace muy pocos años, en las tiendas aún se pagaba con 'mazos' (trozos de cuerda de una longitud determinada) en lugar de usar dinero.
